jueves, 19 de febrero de 2015

Podemos Cambiar el Mundo

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mt. 6:33
Estos días he estado meditando mucho sobre el versículo del encabezado "buscad primeramente el reino de Dios y su Justicia", pensando a que se refiere esto y como lo puedo aplicar a mi vida, a veces creemos que buscar el reino de Dios es involucrarse en muchas cosas en la iglesia, y hacemos tanto, decimos si a todo y terminamos cansadas, como alguien lo dijo bien: "pasamos ocupados en la obra de Dios, que nos olvidamos del Dios de la obra. 

En mi reflexión esa búsqueda se refiere específicamente al tiempo con Dios, ese tiempo en el que Dios orienta y equilibra nuestra vida, el tiempo en el que se ordenan nuestras prioridades, nuestras emociones y nuestro interior.  Es en este tiempo a solas con Dios que entendemos el propósito de nuestra vida, que escuchamos su orientación respecto a lo que hacemos y que logramos ver como cada cosa que sucede en nuestra vida es una pieza perfecta en el rompecabezas de Dios.

Generalmente hay una edad en la que nos sentimos con el ideal de cambiar el mundo, y nos lanzamos en esa aventura, pero pronto nos damos cuenta de que esta tarea no es nada fácil. ¿Será que se puede cambiar el mundo?, en particular creo que sí, pero el punto de partida para esta tarea comienza con nosotros mismas, no con los demás.En cierta ocasión alguien que tenía 16 años dijo "voy a cambiar el mundo", pero llegó a los 26 y se dió cuenta que no podía, entonces dijo "voy a cambiar mi nación" y llegó a los 36 y vió que no podía, entonces dijo "voy a cambiar mi ciudad" y llegó a los 46 y no lo había logrado, entonces dijo "voy a cambiar mi familia" y llegó a los 56 y vió que no podía, entonces dijo "voy a cambiar yo, pues si lo hago cambiará mi familia, y si cambia mi familia, puede cambiar la ciudad, y con ello puede cambiar el país y con una mejor nación se puede cambiar el mundo".  

Exactamente como le pasó a esta persona nos pasa a la mayoría, pretendemos cambiar el mundo queriendo cambiar a los demás, pero deberíamos empezar por cambiar nosotros para así impactar el mundo.  Pero es imposible un cambio en nosotros sin 1) El poder del Espíritu Santo, nadie cambia solo con la voluntad de hacerlo, es necesario que Dios intervenga a través de su espíritu y nos ayude en moldear nuestro carácter conforme a la imagen de Dios. 2) Tiempo para estar a solas con Dios, estando cerca de El, podemos llegar a ser como El y esto a veces se hace dificil porque hemos confundido a Dios con el servicio a Dios.

Buscad primero su reino, es buscar a Dios, es estar a solas con el y entonces todo se alinea conforme a su propósito y podemos entonces influir a otros con nuestro actuar, comenzando con nuestra familia, pero resulta que a veces ni pasamos con la familia, hemos llenado la agenda con trabajo, iglesia y muchas cosas más.  Cuando veo que alguien está en miles de cosas, no puedo pensar en más que hay un desequilibrio en los tiempos y eso amadas hermanas es porque Dios no está ocupando el primer lugar.  ¿Cual es el orden de las prioridades?, podría variar para algunos pero de acuerdo a lo que he leído va así:
Dios
Esposo
Hijos
y luego otras que se ordenan según si la persona trabaja o no.

Dios está primero si y solo si tenemos el tiempo a solas con El a diario, si no ocurre esto entonces significa que nos estamos engañando.

Amadas, ¿quiere cambiar el mundo igual que yo?, entonces es tiempo de pasar más con Dios, si cambiamos nosotros, impactaremos nuestra familia y con ello habremos hecho una gran contribución para tener un mundo mejor.


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